miércoles, 7 de mayo de 2014

La magia mientras duermes



Se me ocurrió esta genial idea y definitivamente cuando cosas como estas le llegan a la cabeza, es porque la inspiración viene de una fuente mayor.

Mi hija, juega y juega y juega y juega, y lo hace en la mañana, después de almuerzo y antes de dormirse. Tiene un don divino que Dios no da a muchos, tiene la capacidad de agarrar cualquier cosa que esté ordenada y desbaratarla a más no poder, no sé cómo hace para llevar las cosas a los niveles de desorden que alcanza en cuestión de minutos. Es la norma tropezarme con juguetes, ropa, zapatos, etc. Es como que necesita ubicar en cada espacio libre un objeto. No hay día que no maje un diminuto juguete y me tenga que sentar a quitarme "eso" que se me hundió en mi planta del pie... y que puedo hacer yo?

Debo confesar que por momentos me escondo y me gusta ver cómo está ella en su cuarto haciendo el caos del siglo. Nunca me he permitido interrumpirla, porque quién distrae a un artista en plena obra?

Déjeme llevarlo adonde Dios quiere llevarte.

La mayoría de veces, después de estar espiándola, simplemente me doy media vuelta y continua mi vida de adulto. Sé que ya van armando y uniendo las piezas.

Una vez que mi hija se duerma, trabajaré en juntar cada pieza, acomodar cada juguete y reacomodar cada zapato. Yo sé en cual lugar va cada cosa. Yo sé cuál es el orden para hacerlo.

En el momento en que medito en esto, Dios viene y me toca el corazón y me hace entender acerca de su protección y cuidado.

Estoy completamente seguro que mi hija, cada vez que se levanta, no mira al alrededor a ver si todavía está el desorden que dejó la noche anterior; en su mente simplemente cree que algo mágico pasa mientras ella duerme que hace que cuando se despierte no hay ni una sola cosa regada u obstruyendo su paso, no entiende que es lo que pasa, solo sabe que algo pasó mientras dormía que se hizo cargo del caos que había y empieza su día con todas sus energías y con nuevas estrategias para desbaratar todo a su paso, al fin y al cabo, por su cabeza no hay preocupación de encargarse de su cuarto, pues alguien lo hará por ella.

Llevémoslo a otro nivel, -y acá me acuerdo de mí mismo también-, mi hija cada mañana simplemente baja a la cocina y la está esperando su desayuno, ella no entiende que es lo que pasa mientras duerme, ella solo entiende que se cuándo se levanta la magia de la noche hizo que cada día las cosas estén perfectamente acomodadas para ella. No sabe cómo pasa, pero cada vez que abre la refrigeradora ahí está abastecida y no le importa cómo pasó.

En nuestras vidas tan aceleradas, no nos damos cuenta que tenemos un Dios que siempre nos está mirando y que nos ve como sus hijos. En nuestro andar pareciera que los papeles los hemos cambiado, en donde nos parece que Dios duerme y somos nosotros mismos los que nos encargamos de trabajar toda la noche a ver si acaso podemos con todo el desorden que hemos ocasionado. Es como si tuviéramos que darle permiso a Dios para que nos espíe y hasta le reclamamos cuando nuestra refrigeradora no está al tope como acostumbramos.

Cuando medito en esto, siento que Dios me llevó de la mano y me hace la invitación (nuevamente) a convertirse en el padre que se encarga de acomodar las cosas que hemos mal puesto en otro lugar. Me invita a que confíe en su mano poderosa y que cada día que me levante debo relajarme porque Él estuvo trabajando. Un error gravísimo es pensar que Dios no está trabajando a nuestro favor solo porque no vemos los resultados que estamos esperando. Déjame decirte algo, Dios actúa aunque no nos demos cuenta, Él no duerme, ni ayuna, ni pide consejería.

Y si usted cree que esto no es bíblico, aquí voy.

Mateo 14:19-20
Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.

Hay una manifestación de Dios muy especial que Él hace y se luce, y lo hace cuando manda a sus hijos a recostarse, descansar, relajarse. Y como se supone que debo relajarme cuando mi crisis está llegando al tope... es que de eso se trata, la preocupación no va a resolver su crisis, pero la fe si lo hará. La gente pudo haber reclamado que ellos querían comida y no descanso. Muchos seguramente agarraron "sus tiliches" y se fueron para su casa, y no entendieron que estaban a punto de ver el milagro frente a sus ojos. Es muy feo decir esto, pero es una realidad, mucha gente se pierde de los milagros porque deciden abortar en el momento donde la espera estaba a punto de acabar. -.-

Es una enseñanza cotidiana y que solo necesitaba ver a mi hija en su rutina diaria para entender un mensaje sencillo, pero profundo.