Hace días vengo deseoso por escribir. Siempre trato de manifestar algo que esté viviendo o bien una inspiración que llegue a poner una semilla en los corazones. La de la inquietud.
Los siguientes minutos nacen a partir de este video (preferiblemente verlo después de la lectura):
Una vez Jesús manifestó: "... No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. (Marcos 6:4)". A decir verdad es un texto que vale desmenuzar y entender. Hay que saber que cuando Jesús habla, hay cosas que son principios, otras cosas que son consejos, otras cosas que son parábolas, otras cosas que son mandatos, etc. y que no podemos crear una doctrina de algo que se habló hace muchos años, que CIERTAMENTE aplica para nuestros tiempos, pero que estaba afectado por un contexto, un público, un cronos, pero siempre con el único propósito de manifestar el amor de Dios y el Reino de los Cielos en la tierra. Si me cree hereje por lo que acabo de decir o no le cerró el párrafo anterior, por favor relea.
Siempre me ha llamado la atención la vida de Moisés y quiero hablar de él por unos momentos. Todos conocemos que fue abandonado por su madre y tomado para ser cuidado por las doncellas y servidoras de las hijas del Faraón. Podemos decir que ese momento fue el detonante rumbo al propósito de Dios en la vida de Moisés. No había ninguna sola posibilidad natural de que Moisés llegara al palacio por méritos propios. Ni siquiera por méritos de su familia. Moisés, sin embargo, creció siendo enseñado de acuerdo a la crianza egipcia, los mejores maestros escogidos por el mismo Palacio fueron los que se encargaron de llenar a Moisés con una cultura en la cual no nació, pero que debía encontrar lugar en él para cuando tomara la silla de autoridad. Todos los códigos emitidos desde Faraón eran conocidos por Moisés. No había nada que emergiera para avanzar y afianzar el Imperio que a Moises no le fuera familiar. Familiar en todo sentido de la palabra, porque aún ahí, dentro del Palacio, algo le decía que las ropas que vestía no eran propias, y fue entonces donde su corazón supo que en algún momento el río se devolvería, y que las aguas mismas que le condujeron ahí, vendrían a reclamarlo (sentido figurado).
Es difícil apurarse y dejar de lado aspectos importantes de la vida de Moisés. Una vez él vio como uno de "los suyos" era maltratado por un egipcio, y decidió tomar la ley en sus manos y matarle y enterrarle (servicio completo de manipulación de muertos). Seguidamente cuando trata de ser juez en medio de sus coterráneos, ellos mismos ponen al descubierto el asesinato cometido por Moises y en su respuesta al temor, huye 40 años en el desierto, donde se casó y es llamado por Dios. ¿Vio que manera de resumir?
El encuentro de Dios con Moisés es sobrenatural. Moisés decidió detenerse en su rutina de pastor de ovejas, voltear hacía la zarza, y atender el llamado de un Dios. Un Dios que se encuentra con sus hijos, aún más, un Dios que tiene su confianza puesta en ellos. Es increíble pensar que muchos pudieron haber pasado en su peregrinaje frente a esa zarza ardiendo, pero solamente uno, Moises, se volteó a cuestionarse "por qué causa la zarza no se quema". Dios también trabaja por medio de excusas, y ésta fue la perfecta para captar la atención de un Moisés que, pienso yo, sus condiciones eran las de un hombre aburrido, sin visión, frustrado, soñando ser más que un pastor de ovejas, solitario, con un rebaño que no era suyo y con otro montón de características que lo hacían un hombre muerto en sueños. Seguramente pensaba mucho, y con remordimiento, en el tiempo en que decidió exiliarse en el desierto huyendo de un reino que lo hubiese hecho sentar en la silla real con el paso del tiempo. Creo que esa era su mayor tortura (hasta ese momento). En ese tiempo, Dios le encomienda ser el libertador más grande de la historia con todos los pronósticos en contra.
Aquí es donde quería llevarles, para proponer un poco lo que vengo sintiendo de parte del corazón de Dios para este tiempo. Por favor, téngame paciencia. Sé adónde quiere llevarle Dios.
Uno de los mayores desafíos para Moisés era llegar a un lugar de amos y siervos, donde para cualquiera de los dos, Moises era una cara reconocida. Era difícil para Moises regresar al Palacio que lo vio criarse, pero también retornar al pueblo al que él le dio la espalda. El regreso de Moisés no era una opción. De hecho creo que tuvo que haber habido un trato muy fuerte de parte de Dios para que Moisés regresará al lugar donde empezó su desierto más largo y su muerte en cámara lenta. De alguna manera Moisés tuvo la fuerza y la valentía de regresar a Egipto. Con solo pensar en qué pudo haber pensado Moisés mientras se dirigía a Egipto, se me ponen los pelos de punta. Me imagino las horas más extensas y secas del mundo. De vuelta al gigante Egipto. Wow! Con un mensaje demasiado descabellado, con una propuesta extraña, con una idea muy loca, llamada libertad. Algo que muchas generaciones no conocían hasta ese momento.
El mismo día que Moises entró al Palacio para enfrentar al Faraón y empezar la comisión divina, que cualquiera podría decir que siendo Dios el que le envió, la libertad iba a ser algo sencillo, milagroso, rápido y sin ningún obstáculo, se topó con que la oposición del Faraón era más pesada que la que él imaginaba. Los conceptos de Moisés no le caían muy bien a Faraón, Moises hablaba de libertad, adoración y sacrificios, mientras que el Faraón le miraba con perfil de ocioso, holgazán y vagabundo, y además de eso: una mala influencia para los trabajadores que se contaminaron con las ideas revolucionarias de Moisés. Ese día Moises terminó siendo expulsado del Palacio y para colmo los jornaleros fueron castigados con recoger la paja que antes se les proveía para hacer los ladrillos, con la diferencia que debían de cumplir con el mismo volumen de producción. Esa misma noche Moises reclamo a Dios diciendo: "Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? (Éxodo 5:22).
Aquí viene lo que quiero manifestar.
Moisés era el peor fraude para los 2 pueblos. Él era un rostro familiar. El Palacio lo reconoció como un abortador ardido del Imperio y el pueblo de Israel le vio como un soñador desacertado, como de esos que se levantaban de cuando en cuando, del cual se arrepienten de haberle prestado los oídos ya que el mal que les aquejaba vino a ser más grande que antes. Imagínese el cuadro. ¿Quién le va a creer a Moises? El Faraón no, pues le veía con desprecio. ¿El Pueblo? ¡No lo creo! Moises se convirtió en el problema de tener un gato casero por libertador.
Dios me ha estado hablando de esto por mucho tiempo. Me llevó a esta palabra para enseñarme que Él está cambiando el curso de muchas cosas. La práctica ha venido siendo que se necesitan predicadores internacionales para traer el avivamiento a un pueblo. Todos los ministros son la mejor opción para activar una nación excepto los locales. En muchas ocasiones los conferencistas son ovacionados por palabras y mensajes que suenan como la última revelación del trono blanco, pero que muchos no se dan cuenta que fueron dichos o predicados ya en ocasiones anteriores en reuniones de iglesias, células, grupos en casa, etc. por el mismo líder o pastor o apóstol local, pero por ser la voz de costumbre, muchos se perdieron de un avivamiento a mano. Me resulta doloroso que mucha gente llena los bolsillos de los predicadores invitados, mientras que los anfitriones miran el acto con un poco de recelo y resentimiento porque pareciera que nadie se da cuenta de las necesidades que ellos pasan. #injusto
Dios me dijo que Él está cambiando este paradigma. Dios está levantando voces comunes para traer GRANDES reformas y avivamientos, personales, de ciudades, de naciones, y por qué no continentales. Creo que mucho tiene que ver que Dios desea restaurar familias como institución y plataforma de extensión del Reino, usando miembros de ellas que han sido restaurados e impactados por el Espíritu Santo, y así ser utilizados para que otras familias vengan a ser restauradas, y, de esta manera, provocar una cadena de avivamiento. Por eso veo que los grupos familiares serán cada vez más grandes. Dios actúa en temporadas. Dios está llamando a desconocidos para el mundo entero, pero conocidos por el mundo sobrenatural y espiritual.
Moises tuvo todas las oportunidades para devolverse al desierto y seguir siendo el pastor de ovejas relajado, pero el encuentro con la zarza le cambió todo. La zarza simboliza el lugar del encuentro con la presencia de Dios donde todas las imposibilidades se convierten en la materia prima de Dios para proezas. Ahí dejó la timidez, el auto-menosprecio, la ansiedad del anonimato, la sombra del espíritu de error, la falta de oportunidades, etc. Pareciera que en Moisés se cumple el dicho que muchas veces las segundas oportunidades son mejores que la primera. Creo que ahí fue donde tomó el valor de darle el 'sí' a lo que Dios le proponía.
El momento en donde los gatos caseros serán levantados está llegando, suena un poco directo, pero no deja de ser una verdad. Dios quiere usarte con los tuyos. Si no fuese así, Josué 24:15 vendría a ser una mentira y no considero eso como posibilidad. Dios está cambiando la frase hecha de ¡'nadie es profeta en su propia tierra'!. Eso no es un mandamiento, así que no veo porqué Dios no pueda revertirlo. Lo he visto con mis propios ojos de como Dios levanta gente en su propia tierra para traer activaciones sin precedentes. Anda, toma el teléfono, dele la palabra profética o sueño o visión que Dios te dio de un familiar. Ve honra a tu madre o abuela que duró noches orando por ti. Ve y dale una semilla a su pastor, llévelo a comer, páguele un tanque de gasolina, cómprele un basurero, dele una broma para que se ría un rato, mándele un audio de WhatsApp a las 2 de la mañana solo para decirle que tomaste 2 minutos para orar por él. Pequeños actos que cambian muchas cosas. Naturales y espirituales.
¿Dejarás tu rutina y voltearás a la zarza? ¡Ten cuidado! Podrías salir comisionado a algo muy GRANDE.
Randy A. Alfaro